Graves problemas en la Escuela Normal del Estado… ¿Y la SEGE?
Como la “chimoltrufia” y haciendo estructuras y activismo político.
Ignacio R. Acosta D.L. / 27 de junio de 2025
¿Quién manda realmente en la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado?; ¿Está cabalmente realizando y cumpliendo con sus funciones y responsabilidades su titular y sus funcionarios con la niñez, la juventud y la sociedad potosina?; ¿Es parte del trabajo de esta secretaría el activismo y la formación de estructuras político – partidistas a favor del partido verde en particular, y sobre todo, haciendo competencia desleal a los todopoderosos sindicatos de la educación?; ¿Hasta dónde debe aceptar la intromisión directa del secretario general de gobierno en asuntos educativos el secretario de educación del estado, Juan Carlos Torres Cedillo?, así, sin el título de “Licenciado”, por razones que próximamente detallaremos.
Estos y otros cuestionamientos son los que maestros, padres de familia y alumnos estudiantes de diversos planteles y niveles educativos del estado plantearon, particularmente respecto a partir de la crisis generada por la imposición del nombramiento de Juan Manuel Guel Rodríguez, como nuevo director de la Normal del Estado, en sustitución de Francisco Hernández Ortiz, sin que visiblemente hubiera razón alguna, más allá de lo que el reglamento de la SEGE establece como atribución de la autoridad educativa.
Cierto es que corren dos versiones del desempeño y perfil del destituido Hernández Ortiz; por un lado, la mejora del desempeño educativo de la Escuela Normal formadora y forjadora de miles de profesores en el estado, con resultados según se ha dicho que han puesto en primeros lugares a nivel nacional a la institución, pero por otro lado, una serie de cuestionamientos que en ocasiones según se nos ha comentado se han comprobado a través de solicitudes de transparencia después de largos procesos jurídicos, respecto a la obtención de su grado académico, del manejo de los recursos de la institución y de la opacidad y falta de transparencia en su periodo como directivo.
Pero más allá de lo anterior, a partir de la destitución y nuevo nombramiento del director, maestros y alumnos de la Normal del Estado se inconformaron tomando las instalaciones del plantel, cerrando el paso de la avenida Nicolás Zapata, suspendiendo actividades académicas y administrativas y colocando mantas de protesta, por cierto la principal de ellas colocada sobre la fachada de la institución con garrafales faltas de ortografía, la que días después en el afán de recomponerla, quedó visualmente peor y a la vista de todos el error que en teoría los maestros de los futuros maestros jamás deberían de cometer. ¿Así prepararán a los futuros mentores?
A partir de las manifestaciones realizadas, en las que diversas consignas de los profesores señalaban: “fuera el nepotismo”, el director del SEER, el ex líder magisterial Martín Rodríguez, quien entró con calzador como titular de esa área, contando con una pésima estrategia política – administrativa en la crisis y como titular de esa dependencia y demostrando la falta de oficio político y de negociación al permitir la escalada de conflicto al grado de que, Guel Rodríguez, el nuevo director nombrado fuera mal recibido, rechazado y corrido de la institución con peores formas, rechazado por la comunidad normalista y por la sección 52 del SNTE a la que pertenecen los maestros de la Normal del Estado.
A todo lo anterior se le suma la pésima actuación, negociación y peor permisibilidad y abulia que nada abonó positivamente a la resolución de la crisis por parte del secretario Torres Cedillo, lo cual quedó demostrado con las declaraciones de la secretaria general de esa sección sindical del SNTE, Elizabeth Bibiana Guerrero, quien refirió al inicio del conflicto que el titular de la SEGE le había suspendido y pospuesto diversas reuniones de trabajo para negociar alternativas de solución, señalando y haciendo acusaciones muy fuertes y directas respecto a que el funcionario tiene otras actividades de carácter político, más que de tipo educativo, sin detallar cuales, pero que fueron identificadas inmediatamente, pero sin dar las razones porque el sindicato ha sido respetuoso al respecto.
Pero lo más grave fueron dos acontecimientos que se presentaron ayer que agravan el conflicto, por un lado la declaración de la sección 26 del SNTE, de que se suma al movimiento de la sección 52 por la inconformidad de lo que sucede en la Normal del Estado, lo que magnifica la crisis por la fuerza y cantidad de afiliados que en conjunto suman las dos secciones sindicales, además de los nuevos y fuertes señalamientos de la dirigente sindical acusando también al secretario de educación del gobierno del estado de faltar a su compromiso y no respetar lo que propuso para resolver el conflicto, respecto de dejar sin efecto el nombramiento del nuevo director y restituir al anterior, por lo menos en tanto concluía el ciclo escolar así como varios procesos pendientes de tipo pedagógicos y de gestión.
En declaración pública, la representante de la sección 52 relató que en días pasados se llevó en una reunión entre el sindicato y funcionarios de la SEGE, incluido el secretario quien realizó la propuesta para destrabar el conflicto, pero de forma extraña, después de una llamada con el secretario general de gobierno el titular de la SEGE regresó a la reunión indicando que había recibido la instrucción de retirar la propuesta de restituir al director, invitándolos a terminar la protesta y a reunirse al día siguiente con el secretario general. De forma directa, la líder sindical señaló que retractarse del acuerdo es una falta de palabra del titular de la SEGE, porque primero se dice una cosa y luego no se cumple y que el sindicato no está jugando y que lo que exigen es respeto, subrayando que en estos temas no se le informa bien al gobernador del estado.
El conflicto continúa y ojalá no se incremente, ya que además de la suspensión de actividades en la Normal del Estado, el sindicato convocó a una marcha, calificándola como el principio de un movimiento social. Hay que tener Cuidado…cuando los maestros se enojan, el estado debe priorizar, atender y a la vez exigir que la educación no pare.
