• 2 agosto, 2025 17:54

Leviatan editorial 030725

Dinero público para gastos privados de los partidos políticos: entre el abuso y la opacidad.

Ignacio R. Acosta D.L. / 03 de julio de 2025

El artículo 41 de la Constitución Política Federal establece con claridad que los partidos políticos son entidades de interés público. En un sistema que se precie de ser civilizado nadie debería dudar de la utilidad de estas organizaciones, ya que son parte fundamental y actores clave del fortalecimiento y consolidación democrática, con dos principales funciones: contribuir a la conformación de los integrantes de los poderes de gobierno a través de las elecciones y fomentar la participación ciudadana en diversas fases de la vida comunitaria.

Además, está debida y legalmente fundamentado que los partidos políticos deben recibir financiamiento público, estableciendo reglas para el uso de fondos públicos y privados, así como la fiscalización, transparencia y rendición de cuentas de los mismos, lo cual ningún partido político cumple a cabalidad, sino todo lo contrario: el común denominador es la opacidad y la falta de interés en rendir cuentas.

De acuerdo a un estudio realizado por la organización Ciudadanos Observando respecto al presupuesto asignado por el CEEPAC, del gasto de los partidos políticos y de la revisión de las obligaciones de transparencia de cada uno de los 7 partidos políticos con registro en el estado de San Luis Potosí, los resultados son verdaderamente vergonzosos, sin que nadie, ni el CEEPAC, la CEGAIP, los diputados, o los mismos partidos políticos hayan intervenido en aclarar los resultados de la investigación ciudadana, sino que por el contrario  parecería que es de interés superior de que no se difundan… no sea que se les vaya a acabar su mina de oro, porque eso sí, sus justificaciones y opacidades, nunca se les terminarán.

En un estado donde cientos de miles de personas viven en la pobreza, el estudio refleja que el CEEPAC repartirá en este 2025 más de 157 millones de pesos entre los siete partidos políticos con registro en el estado, siendo el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) el que más recibe, al ingresar al mes más de 3.5 millones de pesos, seguido de MORENA con más de 2.6 millones y más de 2.1 millones el PAN, mientras que el PRI recibe al mes más de 1.4 millones, Movimiento Ciudadano (MC), más de 1.3 millones, el PANAL más de 980 mil pesos y el PT casi 850 mil pesos al mes, sin contar con el presupuesto anual que se le quitó al PRD en 2025 de más de 3.1 millones.

Con lo anterior, los partidos políticos se convierten sin duda en un botín apetecible para sus dirigentes quienes se sienten y actúan en la total libertad de disponer de ese dinero público para fines prioritarios de intereses personales o de grupo, a través de triquiñuelas y engaños del gasto disfrazado de capacitación, consultoría, viáticos, estudios, personeros, prestanombres, empresas fantasma y un sinfín de justificaciones para que cientos o millones de pesos terminen en sus bolsillos, sin cumplir con el fin y objetivos establecidos para esos recursos públicos.

Lo peor es, si es que hubiera una peor realidad,  que de acuerdo al colectivo ciudadano, 4 de esos 7 partidos no publican sus egresos, otro, lo hace a medias y sólo 2 si lo hacen, además de que al analizar la forma y fondo de si esos partidos políticos publican las percepciones de su personal, se tiene que cuatro de ellos si lo hacen parcialmente, mientras que tres no, aunque no siempre publicar información y datos signifique que cumplan o tengan la calidad que permita saber con exactitud la honestidad y legalidad de los pagos realizados y de las acciones y compras supuestamente realizadas.

De forma igual preocupante para la democracia, para el sistema de partidos y para la hacienda pública, la mayoría de los partidos políticos no publican de forma sistémica y permanente de acuerdo a la ley los gastos generados mes a mes, publicando de forma discontinua en el mejor de los casos, porque en otros como MC, el PANAL y el PT no han publicado nada en este año, a pesar de que, en su discurso cotidiano, sus líderes se desgañitan promoviendo falsamente la transparencia. Los otros partidos publican la información parcialmente y con mala calidad o con señalamientos claramente observables, resaltando pagos de millones y cientos de miles de pesos por servicios que no justifican el gasto o pagando precios excesivos, bienes, servicios o viáticos sin comprobar a empresas o personas desconocidas o inexistentes.

De lo anterior existen múltiples ejemplos: La diputada y también presidenta del PRI, Sara Rocha, en tres meses “se pagó” alrededor de 245 mil pesos, en viáticos y “gastos” y el pago de más de 175 mil pesos a “Tuto Ariku Babawa” y no, no es broma.  En el PAN las cosas no mejoran, ya que su presidenta estatal, Verónica Rodríguez, además de que recibe su sueldo de senadora de la república, reporta que recibe una remuneración mensual neta de 43 mil pesos… Gran negocio… para ella ¿No?, Sin saber cual está peor, en MORENA se encuentra es que a pesar de que tiene un ingreso mensual de más de 2.6 millones de pesos, sin dar razones sólo reportan una mínima parte de lo recibido, y, por último, el PVEM, reporta pago de nómina, pero oculta los nombres de a quién paga, y de forma extraña reporta que no cuenta con empleados. 

Se presume que los partidos políticos propondrán incluir en la ceremonia del grito del próximo 16 de septiembre la arenga: ¡Que viva la democracia que nos dio presupuesto y libertad financiera!

Sin paridad de género el gabinete del Municipio de San Luis Potosí.

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