• 19 abril, 2025 08:22

“Historia de una belicosidad anunciada” o “Memorias de mi belicoso triste”.

Una versión de la historia de una demanda contra un diputado local de MORENA.

  • Cualquier parecido con la coincidencia es mera realidad.  Suponga e imagine amable lector que ésta es su versión de los hechos ocurridos algún día de noviembre a media noche, o de cualquier día u hora que usted desee.  Está usted en un bar con un nombre que evoca los turísticos canales de una célebre ciudad italiana, ubicado en algún municipio de reciente creación, departiendo con amigos y conocidos, y en ese mismo local se encuentra un diputado local joven, quien ha presentado en tribuna, medios y eventos políticos y sociales un discurso, en ocasiones con un estilo de político anticuado de los años 70´s pero con buena retórica, pregonando los más altos valores y principios del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA, así como en todo momento ha ensalzado las virtudes de los líderes morales e históricos de ése movimiento como el ex presidente Andrés Manuel López Obrador y la ahora Presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, desgañitándose todo el tiempo en recalcar que quienes militan en ese partido son diferentes a todos los políticos que tanto odia el pueblo mexicano y que en todo momento siguen su máxima de “no mentir, no robar y no traicionar los principios de la 4T”.
  • De acuerdo a versiones diversas, usted y el diputado en mención han tenido desencuentros de diversos tipos en otras ocasiones, como aquel día un mes antes, cuando recibió una llamada de un teléfono al parecer del joven diputado al que seguramente le reconoció la voz, quien le reprocha y reclama situaciones de pareja, llegando incluso a amenazarlo sin que hubiera pasado a mayores esa situación específica.
  • Pero ese día en el bar, cuando todo estaba tranquilo y usted disfrutaba de la compañía y de la plática, observa que el joven diputado se acerca a su mesa con la intención de despedirse de todos y al hacerlo de usted, le comenta que tienen algo pendiente, a lo que usted rechaza y le comenta que no quiere problemas, pero en ese momento el joven diputado lo empieza a insultar con palabras malsonantes y sin mediar otra acción le lanza a usted un puñetazo, el cual golpea su ojo y ceja queriendo contenerlo, pero de improviso el novel legislador se le avienta encima lo que hace que los dos caigan al piso, insistiendo diversos testigos de la intención del político de querer liarse a golpes, llegando quizás a proferir amenazas de cualquier tipo que harían palidecer de envidia a cualquier cargador del mercado de abastos, con todo respeto a los estibadores de dicho centro comercial.
  • Con al parecer mucha rabia contenida, se arma la pelea entre ambos, recibiendo usted diversos golpes con el puño en algunas partes de su cuerpo, llegando inclusive a que él le proporcione un mordisco en uno de los dedos de su mano lo que provoca que sangre, continuando ambos en un forcejeo sin fin, hasta que las personas que estaban alrededor de lo que estaba sucediendo intervienen separándolos y alejando al joven diputado tratando de calmarle y permitiendo que usted se retire del bar, decidiendo meterse a un vehículo sin moverse, pues desconoce si en cualquier momento el diputado aparecerá con el deseo de continuar el pleito que minutos antes protagonizaron en el bar.
  • En ese tiempo de espera en el que usted observa que el legislador se retire del lugar y en lo que deja pasar prudentemente cierto tiempo para evitar también que pudiera perseguirlo, recibe en su teléfono diversas llamadas de números desconocidos, las cuales prefiere no contestar, pero le animan a que en vez de dirigirse a su domicilio, vaya a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado a presentar una denuncia por los hechos ocurridos, pero como a cualquier ciudadano de a pie, se da cuenta que no hay personal que pueda recibir su demanda porque ya es muy tarde y la justicia también descansa, según ponen en clara evidencia las malas experiencias de personas en necesidad de una procuración de justicia eficaz.
  • En todo caso, usted no quiere dejar pasar el hecho por diversas razones y ante esta situación, llama al 911 del que por puro milagro, casualidad u obra de la divinidad tiene la suerte de que le contesten sobre todo a esa hora, y solicita que le levanten el reporte respectivo de su versión de los hechos, reiterándole que tendrá que presentar la denuncia correspondiente cuando la justicia esté disponible para las necesidades de la ciudadanía, lo cual realiza más tarde conforme a los procedimientos establecidos, presentando pruebas gráficas de las lesiones que le infringieron.
  • En todo momento usted está convencido de que en cualquier rato usted podrá ser nuevamente sujeto de una agresión o mínimo de violencia verbal y amenazas temiendo lógicamente por su integridad y la de su familia, por lo que además de la demanda que presenta, solicita una orden de restricción para que el legislador no se acerque a usted.
  • Con esto concluye su versión imaginada de los hechos, pero no concluye con lo que realmente sucedió, pero eso se analizará próximamente.
  • Lo que al final no se quiere decir, pero quizás tenga que hacerse es que, quizás, tenía razón lo que dijo en tribuna el diputado de MC, Marco Gama.
  • Vale puntualizar que en diversas ocasiones se buscó al diputado protagonista de esta versión de los hechos para obtener el equilibrio informativo, pero desafortunadamente no fue posible, quizás por la carga de trabajo de su agenda política y legislativa, pero siempre a la orden para obtener la otra versión.

Sin paridad de género el gabinete del Municipio de San Luis Potosí.

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