Xavier Nava: Un necio con wifi y con relaciones en la SCJN.
Por: El ángel guardián / 05 de julio de 2025
Mientras el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona —autonombrado como padrino de todos los potosinos— revisaba la cartelera de la próxima edición de la FENAPO, supervisaba las acciones de auxilio por las inundaciones en la zona huasteca y preparaba una nueva visita de la presidenta Claudia Sheinbaum al estado, algo se cocinaba fuera de San Luis Potosí, aprovechando la falta de interés de algunos de sus funcionarios responsables de prever y notificarle de los escenarios posibles de crisis políticas que pudieran presentarse.
Y es que mientras la inactividad de la inteligencia para la gobernabilidad se generaba, en una suite del Fiesta Americana Reforma, allá en la ciudad de los palacios, ahora pomposamente llamada CDMX, se gestaba una reunión que ni el CISEN —que ya ni existe—, ni el secretario general de Gobierno, ni el jefe o jefa de inteligencia del Twitter Potosino supieron leer o ni siquiera se enteraron: ahí, como si nada, como si no debiera nada y como si estuviera políticamente muerto, el poco carismático pero intensamente oportunista Xavier Nava Palacios operaba con toda comodidad.
Sí, ese Xavier Nava. El mismo que muchas afrentas dejó como alcalde, que no cumplió con sus promesas y sobre todo con las expectativas que su apellido obligaba, el que no gana ni en su cuadra, pero que sigue creyendo que trae el apellido revolucionario en la frente y la democracia en los huesos y a su lado, cómo no, su fiel escudero y socio de causas perdidas, Óscar Valle —ese personaje que parece haber nacido para decirle que sí a Nava antes de que termine la frase—, y por supuesto, otros personajes cercanos al ex alcalde, el político ex navista, ex frente civiquista, ex perredista y ex panista entre otros, quienes en una jugada digna de guion de Netflix, llegaron de la mano con ni más ni menos que la ministra que estás pensando, sí, la que participó en el proyecto que le devolvió sus derechos políticos a Xavier como si su pasado como presidente municipal de la capital hubiera sido un malentendido administrativo y no una responsabilidad pública que debe investigarse a fondo y sin filias ni fobias.
¿Coincidencia? ¿Vacaciones familiares o de amigos con matiz jurídico? ¿Reunión casual de exalumnos del ITAM? Pues no. Esto, aunque lo nieguen, fue operación política de alto vuelo y muchos intereses, una jugada que agarró con los pantalones abajo al gobierno del estado, más preocupado por contener las grillas internas del Verde —que ya parecen más bien luchas de gallinero — y por mantener controlado a su secretario general de Gobierno, que más que secretario, parece bombero apagando incendios por todo lo ancho y largo de la administración pública estatal.
Y así, mientras la mayoría de las y los funcionarios del Gabinete se entretienen en su eterno juego de “a ver a quién le toca el próximo escándalo”, a ver que tantos halagos le mando en redes sociales al gobernador, o a quien acusan o le echan la culpa de su flojera, errores e irresponsabilidades, el ex alcalde Nava tejía redes, limaba asperezas, y lo más preocupante para el oficialismo: se movía sin que nadie se diera cuenta, o peor aún, sin que nadie lo tomara en serio.
Porque, hay que decirlo con todas sus letras: ese es el verdadero error. No es que Xavier Nava sea una amenaza electoral, ni un fenómeno social, ni mucho menos un imán de simpatía ciudadana. No. El problema es que es revoltoso, necio, y le gusta jugar a la víctima.
Y cuando el gobierno lo deja sin vigilancia, sin el reflector de la crítica encima, entonces él se siente cómodo, se siente mártir y se siente líder… aunque sea de cinco personas. Pero ahí está, no deja de generar ruido.
Lo que vimos en Reforma no fue una casualidad. Fue una señal. Una advertencia de que, a pesar de su derrota, de su impopularidad y de su desprestigio, Nava sigue operando. Y lo hace con los contactos correctos: con una alta funcionaria judicial que ya demostró que le tiene estima procesal a través de contactos mutuos, muy cercanos a Xavier que operan más eficiente que toda la Secretaría de Gobierno potosina junta; y con su escudero Valle, que mientras más intrascendente es en lo público, más efectivo parece en lo oscuro.
Así que mientras el gobierno del estado se duerme en sus laureles musicales y sus discursos de informarle al gobernador de que: “todo va bien” y de que “todo está bajo control”, conviene recordar que a veces no se necesita un ejército, sino un necio con wifi y buena relación en la Corte, para causar problemas.
Ahora que el “Gallardismo” está tan ocupado en purgar al PAN del PRI y al PRI del PAN, quizá sería bueno que voltearan a ver hacia Reforma y se pregunten qué tanto daño puede hacer alguien que parece no tener ya nada que perder.
Porque en política, el error no es subestimar al enemigo fuerte… es olvidarse del enemigo necio.
Nos leemos en la próxima.
Si no me mandan a cantar a la FENAPO.
